Últimamente han circulado, con mayor o menor
adherencia, dos teorías contrapuestas y paranoicas sobre la verdadera situación
en Chile. Es interesante que ambas, como en toda explicación racional y
plausible, desarrolla sus argumentos de forma limpia, pero anclada en una serie
de supuestos que sólo podrían ser contrastados y evidenciados bajo un acucioso trabajo de inteligencia, más
por la gravedad que por la originalidad de lo que sugieren. Desde la derecha se
enarbola la tesis del Comité de Insurrección, arguyendo la existencia de
infiltrados en el tejido social, células o grupúsculos con ideas filomarxistas
(como los revolucionarios bolivarianos) y terroristas (como Individuos
tendiendo a lo Salvaje), que apoyados por el narcotráfico, han ejecutado de
forma encadenada un colapso a puntos vitales para provocar el caos y agudizar
la crisis, apoyándose, cómo no, en el innegable descontento social por todas
las precariedades manifiestas de nuestro sistema. La izquierda no unifica
ninguna conspiración, pero se repite constantemente la idea de los montajes y
del auto-sabotaje, como robos en los supermercados, obstrucción de calles y quemas
de estaciones de Metro, todo con la finalidad de atemorizar a la población, y
que ésta, viendo el desabastecimiento, viendo que se está viviendo en la ley de
la calle, pedirán la salida de los militares, lo que desencadenará un eventual
golpe o relevo con el Gobierno para caer en una nueva dictadura castrense. Así
se afianzará un sistema y la oligarquía no perderá sus privilegios.
Pero la realidad no puede sustraerse a explicaciones, menos esquemáticas. Las ficciones, que leemos con tanta atención,
están ahí no sólo porque son fábulas morales, mecanismos retóricos y
orgánicos que se instalan en nuestras mentes para desconectarnos y
reconectarnos con realidades simuladas, sino que también articulan espejos que
nos reflejan. Pero además se puede leer (en las mejores obras literarias) el porvenir, casi como cartas
de amor encriptadas que intentan captar un espíritu, un Zeitgeist que intenta
describir el mundo de ahora o el que se desatará en los próximos minutos.
A continuación un breve repaso, una selección
de las muchas obras universales que describen situaciones límites, revoluciones,
universos cerrados y estados policíacos.
Nosotros, de Yevgueni Ziamiatin (1924)
¿De qué se trata? La despersonalización avanza hasta
los límites en que los nombres propios no existen y han sido reemplazados por
un número (¿les suena conocido?). Los habitantes de esta sociedad, albergados
en la Ciudad de Cristal manejada por el Estado Único, han llevado hasta las
últimas consecuencias los ideales de higiene, transparencia y efectividad
social. Sus habitantes intercambian de pareja de forma aleatoria según una fórmula
azarosa, evitando de esta forma lazos emocionales fuertes, las viviendas son
transparentes, y todos los horarios, tanto de ocio, placer y trabajo, están
estrictamente regulados.
¿Qué pasa? D-503, el narrador de esta distopía
cuestiona las bondades de esta sociedad, regidas por un solo hombre
representante del Estado, pues la felicidad ha sido delimitada a un conjunto de
reglas inviolables: para frenar el descontento de los que se oponen al sistema,
se les practica una lobotomía para erradicar para siempre la imaginación y la
fantasía, consideradas como armas letales contra un sistema único que no da
espacio para la individualidad y menos para las expresiones de amor o
compromiso.
Rebelión en la granja, de George Orwell (1945)
¿De qué se trata? Se nos presenta una sociedad
agraria compuesta por animales, quienes generan una revuelta para sacar a los
granjeros humanos, bajo consignas de revolucionarias. La rebelión la encabezan
los cerdos, los más astutos del grupo heterogéneo compuesto por ratones,
gallinas, patos, perros, entre otros. Este grupúsculo, de forma muy honesta,
plantea que como animales llevan siglos de sufrimiento, atados a la tierra y
explotados por una clase inepta que los desprecia. Por ineptitud de los granjeros
y la fuerte organización de los animales, se lleva a cabo una revuelta
victoriosa: los granjeros se ven superados en la revuelta y huyen, quedando la
granja en manos de los animales, quienes establecen nuevas normas de
convivencia, disminuyen las horas de trabajo, y reparten de forma más
equitativa los bienes.
¿Qué pasa? El grupo de los cerdos, luego de
establecer un orden, comienzan lentamente a llevarse más privilegios que el
resto de animales, considerando que ellos tienen más derechos al tener más
obligaciones en la nueva sociedad que componen. Las ansias de poder y de tener
más provoca una lucha intestina entre los mismos cerdos, agregándose una serie
de componentes que terminan por socavar la graja idílica y convertirá en un lugar
de muerte y horror: purgas, traiciones, creación de un enemigo externo,
abandono de la agricultura en pos de la industrialización, vejaciones, crímenes,
procesos injustos y ejecuciones crueles.
El eternauta, de Oesterheld y Solano López (1957)
¿De qué se trata? La historia parte en la casa
de un guionista de historietas en un tranquilo barrio, el cual es visitado por
un personaje llamado Juan Salva, quien se materializa ante sus ojos ¿qué busca
aquel ser desconocido surgido de la nada? Afirma que viene del futuro y que
está ahí para referirle sucesos de crisis que vendrán muy pronto, sucesos en el
que la raza humana se encuentra en una lucha encarnizada contra fuerzas alienígenas.
¿Qué pasa? Durante la noche —todo esto lo relata Juan Salva al perplejo guionista—
en la que se encontraba reunido con un grupo de amigos jugando truco, un corte
de luz y una noticia radial los sumerge en una siniestra realidad: una intensa
nevada ha recubierto toda la ciudad, nevada mortal que asesina en segundos a
cualquier persona que la respire. Desde la casa del protagonista, los hombres
comprueban que no sólo el silencio domina las calles: autos chocados reposan
inmóviles entremedio de la calzada y un centenar de cadáveres recubren las
avenidas. En un punto crucial de la historieta, los
protagonistas, atrincherados en su hogar con alimentos y bebidas para vivir
tranquilamente, son asediados por los militares, quienes andan a la búsqueda de
hombres sanos y fuertes para repeler el ataque. ¿Qué hacer? ¿Quedarse refugiado
junto a su familia o dejarlos y embarcarse en la guerra? En ese dilema se
desata toda la historia.
Memorias encontradas en una bañera, de Stanislaw Lem (1961)
¿De qué se trata? En un futuro sin libros
debido a una catástrofe científica que aniquiló todo rastro de tejido vegetal,
se intenta reconstruir la historia reciente de la humanidad, no sólo de la edad
antigua o moderna, sino que de los últimos siglos. Para ello, se ha encontrado
el diario de vida que relata cómo era la existencia en un mundo cerrado bajo
tierra, un mundo controlado por militares y con una burocratización desquiciada
bautizado como El Nuevo Pentágono, ubicado en algún lugar de las montañas
¿Qué pasa? En efecto, la obra del polaco bebe
muy directamente de El Proceso de Kafka, el cual es el paradigma de las
injusticias sociales son generadas no siempre por una mala voluntad en expreso,
sino porque el sistema legal es incapaz, incompetente, que tienda a ser
totalitario porque busca abarcarlo todo, pero se llena de trabas, se
burocratiza hasta el hartazgo. En memorias, el protagonista del diario recibe
una misión en la cual tiene que llegar hasta determinado lugar para investigar
algo o alguien indeterminado, no sabe qué, sólo que debe avanzar entre el
complejo laberíntico para atravesarse con hombres ocupados en tareas que
desconocen. Nadie sabe qué está haciendo realmente, nadie entiende cuáles son
sus reales propósitos, sólo la cárcel laberíntica es la realidad.
Fluyan mis lágrimas, dijo el policía, de Philip K. Dick (1974)
¿De qué se trata? Un EE.UU de 1988 invadido por
policías y militares, producto de una segunda guerra civil, es descrito con perplejidad desde la
perspectiva de un cantante famoso, que de la noche a la mañana parece ser que todo
el mundo lo ha olvidado: siendo un don nadie, sin contactos, ni identidad, ni
dinero, debe sobrevivir en los márgenes de la ciudad donde conviven las clases
más bajas, compuesta principalmente por estudiantes universitarios y otros
sobrevivientes que intentan eludir desesperadamente los constantes controles
policiacos, moviéndose en estrechos edificios grises y tratando de llegar vivos
al final del día. Además del control policial, se han llevado a cabo diversos
experimentos, en especial la eliminación constante de la población negra,
esterilizando a la población para que nazcan menos individuos de piel oscura, a
cambio, claro está, de que no se pueda ejercer ninguna clase de violencia criminal
hacia ellos, resultando en un paradojal retiro no violento programado de un
grupo étnico completo.
¿Qué pasa? La novela deja entrever que el alto
consumo de drogas, en especial las que tenía acceso el protagonista cuando era
un famoso presentador y cantante (al estilo Luis Jara), además de provocar
pérdida de identidad y brotes psicóticos, pueden alterar la realidad, pero
también pone de manifiesto los privilegios de los que goza una elite,
contrastado con la vida de semi-proscritos que llevan los marginados por un
sistema policiaco y de hipervigilancia.
Respiración artificial, de Ricardo Piglia (1992)
¿De qué se trata? Junior, un periodista que se
mueve en una misteriosa Buenos Aires, casi opresiva debido a una dictadura
militar invisible, que no obstante se percibe bajo señales pero sin signos de
violencias explícitos. La trama se inicia cuando Junior recibe un llamado
acusando que existe una máquina capaz de generar ficciones que pueden suplantar
la realidad o de generar relatos que no se pueden distinguir si son reales o
simple ficción. Uno de esos relatos, grabados en un casete, son reproducidos:
se relata con horror una matanza que podría ser humana o animal de forma muy
ambigua.
¿Qué pasa? Lo más difícil de precisar es realmente qué
pasa. La trama principal se diluye y se va contaminando por relatos que parecen
tener correlatos con la historia argentina de los años 20, una mención al
escritor Macedonio Fernández quien parece ser central como ideólogo de La Máquina:
tras la muerte de su esposa ha decidido crear una realidad paralela en la que
tanto él como ella siguen vivos. ¿Pero qué hace la Máquina? La peligrosidad de
ella radica en que, al igual que en la enciclopedia borgeana de Tlön, ésta
podría terminar destruyendo el discurso oficial. “Todo poder político es
criminal”, dice en una parte”, “el presidente está loco y sus ministros unos
psicóticos.”
Bonus Track
Oink, el carnicero del cielo, de John Mueller (1997)
¿De qué se trata? Cómic que lleva hasta las
últimas consecuencias la narración de una vida en una sociedad esclavista y
controlada por una Iglesia degenerada y un grupúsculo de tecnócratas con ambiciones ilimitadas. Para
sostener este sistema, podrido hasta los cimentos, se ha creado al “obrero
perfecto”, genéticamente y en laboratorios,
mezclando el ADN de cerdos y humanos, naciendo así una raza porcina con
alta resistencia muscular y una inteligencia limitada, perfecta para la
explotación capitalista.
¿Qué pasa? Oink, uno de los tantos obreros
esclavizados, descubre la sarta de mentiras con la que ha crecido no sólo como
invididuo, sino que su clase completa. El cielo, lugar en el cual se desarrolla
la acción de la novela gráfica, es un lugar atestado de industrias,
contaminación y hacinamiento absolutos, lugar que además está protegido por los
ángeles, una especie de policía secreta represiva dispuesta a matar a cualquier
que se oponga a cuestionar el sistema.
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